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Acotaciones
, 28, enero-junio 2012
ciente certeza el trabajo escénico: la escenografía concebida como una
auténtica dramaturgia del espacio.
Sobre estos supuestos he cimentado mi trabajo y confiaba que tuvieran
una validez universal, mas allá de las inevitables referencias personales
o expresiones de una poética individual, que siempre surge y se expresa
con nitidez. A pesar de los planteamientos metodológicos o quizás a causa
de ellos. Una vez establecidas esas pautas, he trabajado recientemente en
profundizar en la metodología de la plástica escénica y de la producción
artística y en materializar un modelo de edificio teatral, que respondiera a
una idea de proximidad en la relación espectador-espectáculo.
Si le es posible, lea este artículo teniendo delante una imagen del grabado de Goya
El sueño de la
razón produce monstruos
. Mírela de vez en cuando. El genio nos mostró el camino: liberarse de todos
los convencionalismos y encargos principales que le encumbraron y le ataron. A solas con su cua-
derno de dibujo nos dijo cuál era llave: la poesía, el inconsciente, la libertad del creador.
Pero a la vez que clarificaba todos estos aspectos, iba creciendo dentro
de mí la necesidad de poder contestar la pregunta: ¿hacia dónde va la
plástica escénica? Tengo la sensación de que lo que veo en los escenarios,
lo que yo mismo hago, no son sino variaciones de un mismo tema. Formu-
laciones deudoras del concepto general de espacio escénico formulado a
principios del siglo pasado y del teatro épico
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, de un realismo reformulado
1...,34,35,36,37,38,39,40,41,42,43 45,46,47,48,49,50,51,52,53,54,...224